Estrella Damm 2011

El pasado 30 de mayo, se emitió por fin, el esperado spot de Estrella Damm del año 2011. La verdad es que cuando me enteré de que Isabel Coixet, iba a ser la directora del spot, me mostré un tanto escéptico, pero me dije, veremos y opinaremos.

Bueno, pues una vez visto, tengo que decir que NO me ha gustado nada.

Isabel Coixet

La verdad es que no se por donde empezar. La canción es floja, pero floja floja. El tema se lo debemos a un francés de París ( paradigma de lo mediterráneo ) llamado Herman Dune.  A mi la verdad es que me recuerda en el aspecto físico a Juan Luis Guerra. No lo considero un mal artista, pero, el tema elegido para el anuncio me parece muy poco acertado. Y el tema musical lo es todo. Le falta ritmo, frescura, espontaneidad. Es un ritmo depresivo, monótono y muy poco mediterráneo. Por lo tanto, suspendo a la música.

Luego esta la historia. Partiendo de la base de que la historia es la ya repetida en los spots anteriores; chico conoce a chica, y se enamoran y pasan un verano chupi bebiendo cerveza.  No me ha gustado el envoltorio. Para empezar, el spot se ha rodado esta vez en la Costa Brava. Creo que no deberían haber salido de las Islas Baleares. Teniendo en cuenta que todavía quedaba alguna isla por acoger el deseado spot. Yo habría rodado en todas las islas y luego habría finiquitado el formato.

Herman Dune

Puestos a hacerse el harakiri publicitario, no entiendo por que hay tantos planos en el restaurante de Ferrán Adriá, y tan pocos y mal escogidos en escenarios, por decirlo de alguna manera, más mediterráneos.  Espero que Adriá no de el salto a la gran pantalla como hizo Arguiñano en Airbag. Resumiendo, no entiendo como se ha elegido como escenario un Restaurante, con puerta abierta al público (por lo menos hasta julio), que a demás es la antítesis de lo juvenil, desenfadado y económico. Si que es un aliciente turístico de la Costa Brava, pero eso es todo. Creo que han errado al elegir este restaurante como escenario principal del spot.

El trabajo de la directora creo que es bastante cuestionable. Eso sí, coherente con ella misma, ya que las películas de Isabel Coixet, aburren a las ovejas y hacen llorar a las piedras. Ha abusado de los planos cortos; hay muchos y de poca duración; da la impresión de estar viendo un pase de diapositivas. A demás al no aprovechar los preciosos espacios naturales y turísticos que la Costa Brava le brinda, ya que ha centrado el spot en las cocinas del Bullí, carece del efecto publicitario de la zona. Falta gente normal, gente en la calle, disfrutando y viviendo el verano, gente de fiesta y espacios no tan artificiales. En fin, otro suspenso para la directora.

Concluyendo, el spot no me ha gustado, creo que con este, han liquidado el formato que tanto éxito les brindó en las ediciones de 2009 y 2010. No obstante, sobre gustos, colores.

2 comentarios en “Estrella Damm 2011

  1. tienes razón es un poco lioso mezclan el placer de divertirse con el currelo, porque que yo sepa en pocos curros te diviertes y no hablemos ya en una cocina…

  2. Partiendo de la base de que a mí los anuncios de Estrella Damm me suelen parecer todos insoportablemente edulcorados y de una felicidad artificiosa rígida como el hormigón (tiene mucho que ver la siempre desafortunada elección de las músicas), en el de este año la tonadilla seleccionada, a pesar de ser la habitual lluvia de confeti y azúcar glas, me ha parecido más aceptable. Quizás por ser el formato acústico, lo que le da más naturalidad pero también cierto desvaimiento, aunque sigo opinando que es una pieza cursi y tan politicamente correcta y tan irritante como las anteriores. Coixet lo que ha hecho es optar por el formato videoclip, ajustarse al tempo de la canción y edición al corte sin más complicaciones. Por eso parece una eterna sucesión de planos-recurso (también hay planos largos y medios, ¿eh?) que por la velocidad que marca la música parecen diapositivas: movimientos de cámara mínimos y abuso de cámara al hombro (la intención es aportar más espontaneidad y proximidad, pero en mi opinión lo que hace es otorgar inestabilidad y agobio). No entro a valorar en el guión, ubicaciones seleccionadas y demás, porque es política de Estrella Damm acudir a «lo de siempre» de lo más florido y prestigioso de los «Països Catalans». No hay nada original al respecto (tampoco necesitan de momento recurrir a nada «externo»). La verdad es que tal como ha quedado habría sido indiferente si lo hubieran rodado en las Islas Phi Phi o Benidorm, porque no han sabido brindarle una personalidad «mediterránea» reconocible.

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